por Colectivo ALDEAH
El
miércoles 3 de diciembre del 2014, José Tendetza, dirigente de la
comunidad Shuar de Yanua (Cantón el Pangui, Provincia de
Zamora-Chinchipe, Ecuador), y fiero oponente a la industria minera a
gran escala, fue encontrado muerto en un afluente del río Zamora. José
permanecío desaparecido cinco días, pero una vez encontrado, la policía
se apresuró a enterrar su cuerpo, el cual habría sido entregado por unos
empleados de la mina Mirador (proyecto en proceso de explotación por la
empresa china ECSA). Un entierro sin una autopsia previa. Para
reconocer el cuerpo, un miembro de su familia solo tuvo derecho a una
fotografía del difunto, en la cual aparecía amarrado con una cuerda
color azul.
La
empresa ECSA (Ecuacorriente, filial de las sociedades chinas Tongling y
China Railways), inició una acción judicial contra José Tendetza, en
noviembre del 2013, después que el líder indígena rechazara ser
expropiado de su territorio. Así mismo, José fue objeto de varias
amenazas. En el momento de su desaparición, se dirigía a una reunión de
la Asociación Shuar de Bomboiza, para tratar problemas relacionados a
las actividades de la empresa minera en la región.
Los autores físicos y morales del crimen
hasta el momento son desconocidos, sin embargo, y tomando en cuenta la
cantidad de asesinatos a líderes, militantes, sindicalistas y campesinos
en América Latina, es probable que la muerte de José Tendetza tenga
relación con sus actividades militantes. Querían impedirle que llegara a
la reunión en Bomboiza, y luego que viajara a Perú (Lima), para
denunciar ante el Tribunal Internacional de los Derechos de la
Naturaleza los perjuicios de la explotación minera?, -la cual era su
intención-. Está relacionado este asesinato con la expansión de la frontera extractiva en la Cordillera del Cóndor (Amazonía ecuatoriana)?
Si este fuera el caso, entonces José
Tendetza sería uno más en la larga lista de asesinados que se opusieron
al extractivismo en todas sus formas: en noviembre del 2013, Freddy
Taish, Shuar de la comunidad de San José de Piunts fue abatido por la
armada ecuatoriana; en el norte del Perú (Cajamarca), la represión de la
lucha contra el proyecto minero Conga ya ha dejado más de cinco muertos
; en 2005, 32 personas fueron torturadas por los empleados de la
empresa minera Monterrico Metals, en Ayabaca (Provincia de Piura, Perú) ;
en México y Colombia, los muertos son tantos que ya no se puede
mantener al día la lista macabra de asesinatos. Según un reporte
publicado por la ONG Global Witness, al menos 908 “defensores de la
tierra y el ambiente” han sido asesinados entre el 2002 y el 2013 en el
mundo, de los cuales por los menos 760 son de América Latina, tomando en
cuenta que estas cifras solo contabilizan los casos más conocidos. En
Francia, el 26 de octubre de este año, Rémi Fraisse
murió por una granada lanzada por un gendarme mientras protestaba contra
la construcción de una represa en Sivens (Tarn), proyecto igualmente
“inútil” (salvo para quienes se benefician) y devastador como lo son las
minas en la Cordillera del Cóndor.
Aquí y allá, la máquina capitalista-extractivista devasta los territorios y mata a sus habitantes.
En varios casos, demasiado a menudo, lejos de ser fortuita, esta violencia es calculada. Es una estrategia empleada para asegurar de mejor manera la extensión del capitalismo y de su inmundo retoño, el extractivismo, ambos respaldados por los Estados, sus socios abnegados.
Reclamamos que salga a la luz la causa del asesinato de José Tendetza y reiteramos nuestra solidaridad, más allá de las fronteras, a todos aquellos que se levantan en contra de estos proyectos mortíferos, hasta el punto de arriesgar su vida.
Nuestra solidaridad con la familia, los amigos y conocidos de José.
Ni perdón ni olvido !
El colectivo ALDEAH
Aquí y allá, la máquina capitalista-extractivista devasta los territorios y mata a sus habitantes.
En varios casos, demasiado a menudo, lejos de ser fortuita, esta violencia es calculada. Es una estrategia empleada para asegurar de mejor manera la extensión del capitalismo y de su inmundo retoño, el extractivismo, ambos respaldados por los Estados, sus socios abnegados.
Reclamamos que salga a la luz la causa del asesinato de José Tendetza y reiteramos nuestra solidaridad, más allá de las fronteras, a todos aquellos que se levantan en contra de estos proyectos mortíferos, hasta el punto de arriesgar su vida.
Nuestra solidaridad con la familia, los amigos y conocidos de José.
Ni perdón ni olvido !
El colectivo ALDEAH