por Amnestía Internacional
¡Actúa!
Alfonso Lázaro de la Fuente y Raúl García Pérez han pasado
cinco días en prisión incondicional por ejercer su derecho a la
libertad de expresión. Sí, esto sucede en España, en el año 2016, aquí y
ahora. El pasado 5 de febrero Alfonso y Raúl representaban en un teatro
de Madrid una obra teatral satírica: “La bruja y Don Cristóbal”, cuando
el contenido de alguna de las escenas, como la aparición de un cartel
en el que se hacía referencia a ETA, alertó al público asistente,
provocó las protestas y la denuncia a la policía.
Tras cinco días detenidos, fueron puestos en libertad. Sin embargo,
los cargos siguen en vigor, y ambos deben comparecer a diario en un
juzgado o comisaría más cercana a su casa, se les ha retirado el
pasaporte y tienen prohibido salir del país. Unas medidas restrictivas
desproporcionadas, por mucho que el contenido de la obra pudiera ser
inadecuado, al representarse ante un público mayoritariamente infantil.
Alfonso y Raúl, miembros de la compañía teatral “Títeres desde
Abajo”, se enfrentan a cargos que les podrían obligar a pasar hasta
cuatro años en prisión por “enaltecimiento del terrorismo”. Tras la
reforma del Código Penal español, en 2015, la ambigüedad de algunos de
los artículos deja abierta la puerta para la vulneración de los derechos
a la libertad de expresión, de asociación y de reunión pacífica. Una
puerta que ha llevado a Alfonso y a Raúl a prisión.
Los cargos impuestos a los dos titiriteros deben ser retirados.
Además, las autoridades españolas deben derogar o modificar los
artículos del Código Penal que imponen restricciones desproporcionadas a
los derechos humanos, incluido el derecho a la libertad de expresión.
¡Actúa!