"Quien se pronuncia por el camino reformista en lugar de y en oposición a la conquista del poder político y a la revolución social no elige en realidad un camino más tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la implantación de una nueva sociedad, elige unas modificaciones insustanciales de la antigua." Rosa Luxemburgo

lunes, 11 de mayo de 2015

El derecho de los pueblos a auditar la deuda pública

por Pepe Mejia

Grecia es el primer pueblo de europa -y del hemisferio norte- que ha rechazado las políticas de austeridad aplicadas en nombre del pago de una deuda pública contraída por los de arriba, sin el pueblo y contra el pueblo.
Con estas palabras se inicia un Manifiesto que hace un “llamamiento en apoyo de la Grecia que resiste y su Comisión de la Verdad sobre Deuda Pública. Por el Derecho de los pueblos a auditar la deuda pública. La campaña pretende recoger firmas de activistas de todo el mundo pero especialmente de Europa y América latina.

El pasado 17 de marzo se anunció la creación de un comité auditor de la deuda griega a iniciativa del Parlamento Griego, con un papel destacado de su Presidenta, Zoe Konstantopoulo, y con la iniciativa de Sofia Sakorafa, eurodiputada de Syriza. La iniciativa arrancó con el pleno reconocimiento y respaldo del gobierno, aún cuando semanas antes algunos ministros no le daban prioridad. Entre los días 4 y 7 de abril en Atenas, tras una audiencia y debate con la presencia del primer ministro, Alexis Tsipras, y las intervenciones de la práctica totalidad de ministerios, incluidos el de Finanzas con Yannis Varoufakis al frente, se ratificó institucionalmente, con una transparencia y anuncio al máximo nivel, el inicio del trabajo.

Un equipo de 15 analistas de grandes instituciones y de la academia griega y de 15 analistas internacionales, de reconocido prestigio, alguno de ellos participantes en auditorías de países en experiencias anteriores -como la de Ecuador- buena parte de ellos con un perfil activo en los movimientos sociales, conformarán varios grupos de trabajo para realizar los informes necesarios, con la plena colaboración de diferentes organismos públicos del Estado griego, para determinar un diagnóstico de las causas y situación de la deuda pública griega.

DEUDAS ILEGÍTIMAS, ODIOSAS, ILEGALES E INSOSTENIBLES


Los equipos se reúnen en Atenas y trabajan en subgrupos temáticos bajo la coordinación de Eric Toussaint, reconocido asesor internacional en esta materia. En junio, nos dijo Toussaint en Madrid el pasado 23 de abril después de presentar su último libro “Bancocracia”, se tiene previsto celebrar una conferencia internacional en la que se darán a conocer los primeros resultados de la Auditoría, con el respaldo de personalidades internacionales, que por los plazos de realización se centrarán en el periodo 2010 y 2015, en el que la economía griega estuvo sometida a los dos Memoranda de Entendimiento con la Troika. Al mismo tiempo se difundirán los resultados en Europa, comenzando por el parlamento europeo y diferentes parlamentos nacionales, con el objetivo de que esta experiencia se haga en otros países. Los trabajos de auditoría proseguirán a partir de esa fecha, para alargar el periodo de análisis y los campos temáticos a abordar, pero ya se habrán apuntado el posible alcance de lo que viene a entenderse como deudas ilegítimas, odiosas, ilegales e insostenibles.

Las deudas ilegales son aquellas que se originan en el incumplimiento de los preceptos de la legalidad griega o internacional y puedan estar sujetas a una contratación fraudulenta de endeudamiento. Como deudas odiosas se entiende aquellas derivadas de decisiones antidemocráticas y que puedan haber sufragado actividades contrarias a los derechos humanos, erosionado los derechos de la educación, la sanidad, la pensión o las libertades ciudadanas. Se entiende como deudas ilegítimas aquellas que, por su origen, -socialización de deudas privadas, imposición de políticas de austeridad en materia social y de rescate a minorías privilegiadas, que hayan podido potenciar la recesión o el crecimiento del endeudamiento- o por su uso, chocan con el interés general y se han realizado en beneficio particular. Las deudas insostenibles son aquellas que no pueden afrontarse por las finanzas públicas y que el compromiso de su pago colisiona con la sostenibilidad de los servicios públicos que garantizan la dignidad del pueblo griego.

La referida Comisión de la Verdad sobre Deuda Pública estudiará diferentes materias, desde el impacto macroeconómico de las políticas de austeridad -recortes, privatizaciones, devaluación salarial, etc.-, la incidencia de los tipos de interés aplicados a la financiación griega -para determinar posible discriminación por parte de las instituciones europeas-, o el tipo de régimen fiscal y cambios en el presupuesto, que pudieran haber ocasionado una profundización de la depresión económica y el aumento del déficit y de la deuda griega. Se indagará sobre las repercusiones en el campo sociolaboral de este tipo de políticas, las operaciones realizadas por los acreedores, con especial focalización en los movimientos operados por el BCE y el FMI, aunque también de los acreedores privados, entre otras materias.

INVESTIGARAN A ANTIGUOS MANDATARIOS Y CARGOS PÚBLICOS EUROPEOS


En particular, se estudiarán las condiciones de sustitución en las que el BCE y el FMI, y los estados europeos, asumieron la acreencia de la deuda griega, liberando a los bancos privados centroeuropeos de los riesgos que contrajeron en su momento, y el posible riesgo contraído por la ciudadanía europea por esta operación adoptada por las instituciones europeas. Se analizarán los posibles cambios en las estadísticas públicas que pudieran haber falseado datos necesarios para la gestión del gobierno. Se estudiarán casos abiertos, con incidencia de significación en los presupuestos públicos, en los que puedan conocerse casos de fraude o corrupción, u operaciones que privilegiaron a grupos socioeconómicos particulares frente a la sociedad. También se tiene previsto realizar un estudio de la base jurídica internacional y griega que determine la posible ilegalidad de parte de la deuda griega y de posibles responsabilidades penales y/o políticas de antiguos mandatarios o de cargos públicos griegos o europeos.

Los griegos y griegas -y me temo que todos los pueblos del mundo- se hacen las siguientes preguntas elementales y fundamentales: ¿qué ha pasado con el dinero de los préstamos y en qué condiciones se solicitaron estos préstamos? ¿qué intereses se han pagado ya, bajo qué tipo de interés, qué parte del principal ya se ha devuelto? ¿de qué manera la deuda ha crecido sin que ello beneficie al pueblo? ¿qué caminos han tomado los capitales? ¿para qué han servido? ¿qué parte se ha sustraído, por quién y cómo?

El trabajo de esta Comisión es importante para el pueblo griego y no sólo para el pueblo griego sino para todos los pueblos del mundo. La ciudadanía tiene derecho a plantearse estas preguntas y obtener respuestas claras y diáfanas. ¿Quién ha pedido prestado y en nombre de quién? ¿quién prestó y cuál fue su papel? ¿De qué manera se ha visto implicado el Estado, quién y cómo tomó las decisiones? ¿cómo las deudas privadas se convirtieron en públicas?

Entendemos que rechazar a responder a estas y más preguntas es una negación a la democracia y un rechazo a la mínima transparencia de los de arriba, que han inventado el “sistema-deuda” y lo utilizan para enriquecer a los ricos y empobrecer a los pobres. Aún más grave: juzgamos que, al monopolizar el derecho a decidir sobre el curso de la sociedad, los de arriba privan a la inmensa mayoría de ciudadanos y ciudadanas no sólo de su derecho a decidir, sino sobre todo el derecho a asumir sus propios destinos, así como tomar las riendas del destino de la humanidad.

Fuente : http://www.tercerainformacion.es/sp...