Publicamos en dos partes la larga entrevista a Éric Toussaint realizada
por Anthony Legrand el 11 de julio de 2014. La entrevista permite
abordar de qué manera una organización como el CADTM percibe su acción en el marco Norte-Sur.
por Eric Toussaint, Anthony Legrand
por Eric Toussaint, Anthony Legrand
1. A.L. Usted tiene
formación de historiador y de politólogo, es doctor en Ciencias
Políticas. Además es miembro del consejo científico de ATTAC Francia, de
la red científica de ATTAC Bélgica, del consejo internacional del Foro
Social Mundial desde su creación en 2001. Es también profesor de
relaciones Norte/Sur en la Universidad de Lieja y de la Cooperación
técnica belga sobre los flujos financieros mundiales y las alternativas.
Para terminar— y la entrevista concierne este último aspecto— es
fundador y presidente del CADTM Bélgica. Usted ha escrito numerosos
libros, principalmente sobre la cuestión de la deuda, y ha participado
en numerosas conferencias internacionales. Ha sido consejero del
gobierno de Ecuador (2007-2008), de Venezuela (2008, del ministerio de
Planificación y Economía) y de Paraguay (2008-2009, del presidente
Fernando Lugo que fue derrocado por la derecha en junio de 2012). ¿Se
trata siempre de gobiernos del Sur?
E.T. Aconsejé únicamente a gobiernos (o a algunos ministros) de los
países del Sur que acaba de mencionar. No fui llamado por ningún
gobierno del Norte. Pero no excluyamos que en el futuro esto pueda
cambiar, si, por ejemplo, una fuerza política de izquierda accediera al
gobierno de Grecia y decidiera tratar la cuestión de la deuda de manera
seria y radical. Dicho esto, doy prioridad a las actividades en y con
los movimientos sociales. No me he transformado en consejero de
gobiernos o de organismos internacionales. Creo que los cambios se
producirán por la presión de la movilización de la gente en la calle.
2. El CADTM (Bélgica) fue creado en 1990, después del período tercermundista. ¿Calificaría el CADTM como una ONG tercermundista?
No, el CADTM no es una organización tercermundista. Se constituyó
como una plataforma que agrupaba una serie de movimientos preexistentes y
de individuos para actuar conjuntamente en favor de la anulación de la
deuda del tercer mundo: organizaciones sindicales, culturales, de
educación permanente, algunos parlamentarios y personas de los
movimientos de solidaridad Norte/Sur. Así se organizó un colectivo, una
plataforma, no una ONG tercermundista.
3. En la época del tercermundismo, se enfrentaron dos
teorías: la teoría de la modernización que ponía el acento sobre las
causas internas del subdesarrollo en los países en desarrollo y la
teoría de la dependencia sobre las causas externas. ¿Usted qué piensa
sobre estos dos puntos de vista opuestos sobre el subdesarrollo?
El CADTM se sitúa claramente del lado de la escuela de la dependencia |1|.
Pero esta manera de resumir esta oposición es esquemática ya que del
lado de la escuela de la dependencia a la vez se comprenden los factores
externos— la subordinación de los países de la periferia en relación a
los países del centro, en el marco de un análisis del sistema
capitalista mundializado— y se efectúa un análisis de las causas
internas. Varios pensadores de la escuela de la dependencia, por ejemplo
el brasileño Rui Mauro Marini |2|,
tenían una clara comprensión de los factores internos que bloquean el
progreso social, en especial el papel de la burguesía. Además, Brasil,
por ejemplo, era calificado por Marini como país sub-imperialista o de
imperialismo periférico en 1965, es decir, que este autor no magnificaba
el papel de su país y de sus clases dirigentes. La voluntad de
dominación de Brasil en América del Sur ya era, en esa época, un
elemento clave de análisis de este autor, miembro de la escuela de la
dependencia.
4. ¿Sobre qué factores se concentra la acción del CADTM?
La acción del CADTM se vuelca tanto a los factores externos como a
los internos. Puesto que resolver los factores externos, como mejorar
fundamentalmente las relaciones con el exterior (por ejemplo, con los
acreedores del Norte) mientras que los factores internos de los países
del Sur (tales como la dominación de una clase capitalista sobre un
sector ya sea agrario, agro-industrial o comercial) permanezcan sin
cambios, que la estructura social de ese país no se modifique (por
ejemplo, una alta concentración de tierras en manos de la oligarquía
terrateniente) no se podrán resolver, en forma integral, los problemas
fundamentales del país. Por lo tanto, en los países del Sur hay que
trabajar tanto en los niveles externos como en los internos. En ese
sentido, el CADTM tiene una visión integral de la resolución de los
problemas a los que las poblaciones del Sur del planeta se ven abocados.
Modelos de desarrollo
5. El paradigma de desarrollo seguido por la cooperación
internacional pasó del desarrollo por el crecimiento económico (según
Rostow) a la lucha contra la pobreza por el crecimiento económico. ¿Cuál
es la posición del CADTM con respecto a este paradigma?
Para el CADTM, el crecimiento del PIB no es un criterio para juzgar
sobre la satisfacción de los derechos humanos y el desarrollo humano en
un país. El CADTM no se limita a hablar de desarrollo en general,
hablamos de desarrollo humano. El CADTM critica el término «desarrollo»,
tomado como un objetivo en sí mismo, porque el desarrollo está ligado,
en el pensamiento dominante, al crecimiento económico. Nuestro criterio
es el grado de satisfacción de los derechos humanos fundamentales: los
derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos. Y aquí
hay un debate: las organizaciones del Norte, ligadas al mundo occidental
dominado por Estados Unidos privilegian los derechos civiles y
políticos tal como los ven, o sea, estrictamente individuales, y hay
otras que más bien privilegian los derechos económicos y sociales. Para
el CADTM, los derechos humanos son indivisibles y deseamos la
satisfacción y la mejora de esa satisfacción de todos los derechos
humanos.
Por lo tanto, hay una distinción muy clara entre lo que está de moda
en parte de los organismos especializados en la cooperación
internacional, las instituciones internacionales o los gobiernos de los
países del Norte, y cómo el CADTM ve las cosas. Observamos un
crecimiento económico fuerte y un empobrecimiento de una parte
importante de la población. Constatamos esta contradicción de forma
bastante regular. Los países que siguen el modelo occidental o el modelo
capitalista de desarrollo sufren un aumento importante de las
desigualdades ligado al crecimiento económico. Es cierto para China, que
ha seguido su propio camino capitalista desde los años 1980 y es cierto
para los países africanos sometidos a prioridades tales como las
formuladas por los gobiernos del Norte y los organismos internacionales,
como el BM y el FMI.
6. La cooperación Sur-Sur permite que los países de la
periferia adquirieran cierta autonomía con respecto al centro. Sin
embargo, en el seno del Tercer Mundo, comprobamos que algunos países se
convierten en nuevos centros que perpetúan el esquema de explotación de
materias primas y de mano de obra barata de la periferia. En ese
contexto, ¿cuál es la posición del CADTM respecto a la cooperación
Sur-Sur?
El CADTM es totalmente favorable a una cooperación Sur-Sur pero
constatamos efectivamente que hay una serie de potencias del Sur que se
comportan de forma inaceptable cuando se trata de garantizar el acceso a
las materias primas, y reproducen los esquemas establecidos por las
potencias del Norte. Algunos ejemplos son: China con respecto a sus
vecinos de Asia, pero también con países de África y de Latinoamérica;
La República Sudafricana con respecto a África austral; Brasil con
respecto a sus vecinos de Latinoamérica y a una serie de países
africanos (ex colonias portuguesas: Angola, Mozambique…). La cooperación
Sur-Sur que responde a las opciones que respaldamos se refiere a las
tentativas de integración entre los países progresistas de
Latinoamérica, tentativas que nos parecen demasiado tímidas por el
momento (por ejemplo, el ALBA, la Alianza Bolivariana para las Américas,
extremadamente interesantes sobre el papel pero que presentan
limitaciones importantes). Por consiguiente, somos totalmente favorables
a una cooperación Sur-Sur que implique la integración de los pueblos,
no solamente con respecto a la economía. Tal integración supondría, por
ejemplo, establecer mecanismos de transferencias de los países del Sur
más fuertes hacia los países del Sur más débiles.
Solidaridades
7. De acuerdo con un informe de la OCDE del año 2003, los
medios, principalmente la televisión, constituyen la principal fuente de
información sobre el desarrollo, pero el público está poco informado
sobre la cooperación internacional y los retos del desarrollo y la
pobreza. Se privilegian las causas humanitarias en relación con otras
consideraciones (comercio internacional, gobernanza, democracia),
exceptuando el medio ambiente.
Según los informes de evaluación, el CADTM tiene un impacto mediático
creciente y su conocimiento y experiencia sobre la deuda están
ampliamente reconocidos. Su estrategia es intensificar y diversificar su
difusión mediática. ¿Qué piensa usted de la manera en que la
información pública, los medios, trata los problemas de los países del
Sur?
El discurso y la imagen vehiculados por los grandes medios,
especialmente la televisión, con respecto a las relaciones Norte-Sud y a
los problemas que viven las poblaciones del Sur, llegan al público a
través de un prisma deformante terrible. Alimentan los prejuicios y una
visión simplista de un Sur miserable o, por el contrario, un Sur
sonriente y solidario. La educación para el desarrollo que promueven
organizaciones como el CADTM y otras intenta reconstruir las visiones
deformantes del Sur así como los prejuicios transmitidos por los medios.
La educación para el desarrollo debe, en gran medida, deconstruir un
esquema preconcebido. Para lograrlo, es muy importante llamar a los
activistas, a los protagonistas, a los testimonios del Sur y darles la
palabra. Construir herramientas de manera rigurosa y pertinente desde el
punto de vista del mensaje y de la capacidad para transmitirlo. El
CADTM trabaja en una serie de herramientas que van desde el libro de
nivel universitario hasta cómic, juegos de rol, juegos de sociedad,
videos, páginas web, etc.
Hay que mostrar los mecanismos fundamentales que explican el
mantenimiento o el «desarrollo del sub-desarrollo» (André Gunder Frank).
Ese proceso infernal funciona diariamente. Es necesario explicar a la
opinión pública por qué la RDC continúa siempre en la misma situación—
un ingreso anual por habitante de 180 dólares—. La RDC es mantenida en
una situación de subordinación con respecto al resto del mundo no por
falta de puntuales ayudas humanitarias, sino por razones estructurales
externas e internas.
8.-Durante los años 1980 asistimos al declive del
tercermundismo. Las ONG tercermundistas tuvieron que confrontarse con el
impasse ideológico ligado a la caída del bloque socialista, a la
descomposición del Tercer Mundo, así como a las críticas de las ONG
humanitarias, que las acusaban de alinearse mecánicamente con el Sur,
sin tener en cuenta las responsabilidades locales, y de apostar siempre
por la culpabilidad occidental. ¿Qué piensa usted del declive del
tercermundismo y de las críticas que se hacía a los tercermundistas?
Una serie de experiencias aparentemente prometedoras en los países
del Sur han mostrado sus límites. Se debe dar una explicación sobre esos
límites ya que, aunque el papel de las potencias del Norte es
importante, no lo explica todo. La idea de que, mediante el movimiento
de los no alineados, se lograría que una tercera vía obtuviera
resultados para el Tercer Mundo se difuminó, perdió fundamentos.
También, hubo una pérdida de ilusiones del movimiento tercermundista
sobre las evoluciones que se sucedían. Y eso fue catalizado por una
intervención deliberada del Norte por medio de un nuevo tipo de ONG. Las
ONG humanitarias se beneficiaron de un fuerte y activo
sostén por parte del Norte, paralelamente a la aparición de la idea de
ingerencia humanitaria, que provenía de las propias ONG. Bernard
Kouchner, de Médicos Sin Frontera y que luego tuvo una carrera
gubernamental, así como otras personas de ese medio invocaron la
necesidad de la ingerencia humanitaria, que servía en parte a los
intereses de las potencias del Norte pero que era llevada por personas,
en principio, desinteresadas y que «representaban» a la sociedad civil.
Pero hemos visto que posteriormente se integraron al Estado y que sus
intereses no eran tan independientes de las grandes potencias. Una serie
de grandes ONG humanitarias tuvieron un papel activo en el descrédito
de cierto tercermundismo, y eso fue apoyado por los gobiernos del Norte.
El concepto de ingerencia humanitaria hace referencia a los derechos
humanos. Pero este concepto no es de hoy; durante la Conferencia de
Berlín de 1885, el rey de los belgas, Leopoldo II adquirió el Congo con
el pretexto de liderar la lucha contra los esclavistas árabes. El debate
surgió nuevamente en los años 1980-1990.
Al no ser el CADTM una organización tercermundista, la crisis del
tercermundismo no constituyó un problema para ella, ya que en principio
se formó mediante una gestión de acción común de militantes provenientes
del Sur y del Norte. Por esta razón, el CADTM se convirtió rápidamente
en una organización internacional horizontal donde una mayoría (3/4) de
las organizaciones miembros son del Sur y tienen un papel clave en la
determinación del programa de acción internacional del CADTM. Estas
organizaciones están relacionadas directamente con las realidades y
contradicciones de sus países a las que tratan de responder
adecuadamente.
9. Los años 1990 fueron relevantes para la profesionalización
y la especialización del sector de la cooperación al desarrollo que
progresivamente se centró en la asistencia técnica y la ayuda
humanitaria. En esta época apareció la generación actual de ONG que
Stangherlin llama los «técnicos sin fronteras». Estas ONG son «menos
ideológicas, más apolíticas y más pragmáticas». ¿Cuál es el balance que hace usted de este proceso de especialización y profesionalización del mundo de las ONG?
Esta evolución técnica de la cooperación internacional llevada a cabo
por las ONG durante los años 1990 no ha dado resultados realmente
prometedores. Hay una pérdida importante de la capacidad de percibir los
problemas en su conjunto. Se buscan soluciones técnicas para problemas
técnicos (por ejemplo, una mejor selección de semillas, una mejor
utilización de suelos, proyectos técnicamente mejor dimensionados), pero
si no hacemos entrar las soluciones técnicas en el marco de las
relaciones sociales, de propiedad, de problemas con la comercialización
de un producto —relaciones dentro de un determinado país y frente a las
fuerzas dominantes en el comercio internacional— no se resolverán los
problemas. He aquí una prueba: no se han resuelto mejor los problemas en
estos últimos 15 años que en los períodos anteriores.
Aunque el CADTM es profesional y especializado, no tiene una visión
técnica de los problemas. El CADTM trata de poner a punto herramientas
de análisis y en particular mecanismos para auditar las deudas de los
llamados países en desarrollo, para conseguir una evaluación integral de
las políticas estructurales recomendadas o impuestas por los organismos
internacionales. Pero no creemos que mediante la técnica se puedan
resolver los problemas. Cada vez se debe hacer un análisis integral: la
auditoría de una deuda no consiste en un análisis contable o
estrictamente jurídico de los contratos, es una evaluación integral que
tiene en cuenta, por ejemplo, el impacto social ambiental que una
represa tiene sobre las poblaciones locales. La técnica es una dimensión
fundamental para una gestión científica pero una visión técnica del
desarrollo lleva a un impasse total y a una desmoralización de los y las
que habían creído y están trabajando en ello desde hace años, o a una
pérdida de contacto con la realidad, ya que los técnicos de desarrollo
prefieren decirse, por coherencia, que el trabajo que hacen es útil.
10. ¿Piensa usted que la profesionalización y la
especialización del sector de las ONG afectaron la dimensión política e
ideológica de la acción de las ONG?
En numerosos casos, creo que hubo una pérdida de la visión de
conjunto, aunque no hay que hacerse ilusiones sobre la generación
anterior, que también tuvo importantes limitaciones.
11. Desde comienzos de los años 2000, se establecieron nuevos
marcos regulatorios que se suponía que mejorarían la eficacia de la
ayuda oficial al desarrollo (Declaración de París de 2005, en el marco
de los objetivos del milenio -OMD-). Esta regulación estuvo marcada por
una fuerte influencia del Norte (en particular anglosajona), tanto en la
formulación como en la concepción del enfoque del desarrollo. ¿Qué
piensa usted de estos nuevos marcos regulatorios?
Los OMD fueron definidos por organismos internacionales en el marco
de las Naciones Unidas, con el respaldo de las agencias especializadas
de la ONU, y con una intervención directa de los gobiernos. Este proceso
es criticable porque los objetivos son demasiado modestos. Se deberían
tener objetivos claros sobre la erradicación de la pobreza, la
imposibilidad de los jóvenes para seguir una escolaridad normal, las
dificultades para lograr o garantizar la soberanía alimentaria de una
nación. En lugar de definir un objetivo de reducción de la pobreza, se
tendrían que definir objetivos del tipo: hay que alcanzar la soberanía
alimentaria, la independencia energética o favorecerla al máximo, hay
que escapar de la trampa del endeudamiento, y a partir de allí, definir
las estrategias para lograr estos objetivos fundamentales que tendrían
importantes consecuencias sobre otros ámbitos.
12. ¿Cree usted que esos marcos regulatorios favorecen en
mayor medida la eficacia de la ayuda desde el punto de vista de la
gestión y de la administración, que la eficacia del desarrollo, desde un
enfoque más político?
Es necesario cuestionar el modelo dominante, ya que no produce
resultados que podamos considerar satisfactorios para la situación. Por
el contrario, lo que es totalmente intolerable y que salta a la vista es
el aumento terrible de las desigualdades, tanto en el Sur como en el
Norte, y una trivialización del fenómeno. Lo que los organismos
oficiales quieren resaltar en algunos casos es un aumento de ingreso por
habitante y dejar totalmente de lado el incremento de la desigualdad,
mientras que para nosotros, este último es el fenómeno más preocupante.
Consideramos que las herramientas que se utilizan, los mecanismos de
regulación son, con frecuencia, mecanismos de desregulación de lo que ya
existe. El incremento desmesurado de las desigualdades es su principal y
catastrófico resultado. A esto, se debe añadir la crisis climática
resultante de dos siglos de capitalismo industrial con efectos terribles
sobre las poblaciones del Sur. La crisis climática es mundial y las
soluciones no deben ser individuales para cada país sino planetarias.
Para ello se necesita la ruptura con el modo de producción productivista
y extractivista, basado en la explotación intensiva de materiales
fósiles, que no tiene futuro para la humanidad.
Es necesario romper con el modelo jerarquizado, en el cual una
pequeña minoría (el 1 % más rico, denunciado por Occupy Wall Street)
domina a la mayoría.
Los mecanismos puestos en marcha por el sistema son catastróficos a
corto plazo y todavía más terribles para las próximas décadas.
Con respecto a los marcos regulatorios sobre la eficacia de la
cooperación al desarrollo, se vuelve al paradigma de ayuda al desarrollo
en términos de eficacia técnica, que muestra sus límites y que vacía de
contenido un enfoque global, que debería tener en cuenta las
estructuras económicas de un país, las estructuras sociales, las
relaciones de género (las relaciones mujer-hombre), el modo de
producción, el modo de apropiación. Eso es lo que debe primar en una
visión del desarrollo concebido como desarrollo humano, que implica la
satisfacción de los derechos humanos fundamentales.
Traducido por Griselda Pinero y Raúl Quiroz
Notas
|2| Ver las obras de Rui Mauro Marini: http://www.marini-escritos.unam.mx/ Ver también: http://pt.wikipedia.org/wiki/Ruy_Ma...