"Quien se pronuncia por el camino reformista en lugar de y en oposición a la conquista del poder político y a la revolución social no elige en realidad un camino más tranquilo, seguro y lento hacia el mismo objetivo, sino un objetivo diferente: en lugar de la implantación de una nueva sociedad, elige unas modificaciones insustanciales de la antigua." Rosa Luxemburgo

martes, 18 de septiembre de 2012

España no debe pagar la parte ilegítima de su deuda pública


Daniel Ayllón
Más Público, 09/09/2012

BANYOLES (GIRONA) // “Si uno tiene una deuda con su banco de 1.000 euros, es el deudor quien tiene el problema, pero si son 10 millones, el problema es del banco”. Éric Toussaint, presidente del Comité para la Anulación de la Deuda del Tercer Mundo, exige que, como algunos países del tercer mundo, los gobiernos europeos planten cara y que no paguen toda la deuda generada. “Dejar de pagar parte de la deuda pública es legítimo, aunque no sea legal”.

El politólogo belga defiende que una parte de la deuda contraída es “ilegítima”, pero, ¿cómo se puede determinar qué cantidad es la ilegítima? “Depende de los criterios de los ciudadanos. Yo tengo los míos, pero lo ideal es que se apruebe por consenso, mediante una acción colectiva ciudadana”, defiende Toussaint, que participó recientemente en la Universidad de Verano de Izquierda Anticapitalista, en Banyoles (Girona).

Y pone un ejemplo: “Una deuda pública contratada para rescatar bancos que son responsables de su debacle es, para mí, ilegítima. No se puede utilizar dinero público para financiar deuda privada de los mismos responsables de la crisis”.

Después de asesorar, entre otros, al gobierno de Ecuador en su negativa a pagar la deuda generada décadas atrás, Toussaint insta ahora a España a no caer en los mismos errores que asfixiaron a Quito. En Ecuador, desde que se reformó la Constitución en septiembre 2008, es anticonstitucional que el Estado asuma parte de la deuda privada. Fue una decisión tomada como consecuencia de la crisis económica de 1999.

Como antecedente a una hipotética negativa de España, Toussaint recuerda también el caso de Argentina, tras la crisis económica de 2001. En diciembre de aquel año, el gobierno paralizó 90.000 millones de dólares de deuda pública en forma de bonos a los bancos internacionales.

Entre otros países, Argentina sigue en la actualidad en situación de impago con España y con los demás miembros del Club de París. Esta decisión sacó al país de la espiral decadente en la que se encontraba y le permitió alcanzar crecimientos de entre el 7% y el 9% entre los años 2003 y 2009. “El gobierno no era de izquierdas, pero aplicó políticas sociales no liberales. Incluso, Kirchner llegó a universalizar después las jubilaciones, tanto para los que hubiesen cotizado durante su vida laboral como para los que no”, recuerda, defendiendo que es posible realizar una salida de la crisis económica desde la izquierda.